Las pianistas Marielle y Katia Labèque reinterpretan West Side Story en un arreglo para pianos especialmente producido por Irwin Kostal, orquestador de la obra original. Esta versión, avalada por el propio Leonard Bernstein, rinde homenaje a la comedia musical y la cultura popular sustituyendo los movimientos y colores de la música latina por los íntimos y sutiles de la música de cámara. A falta de lirismo, las voces despliegan nuevas frases de insospechada autenticidad.