“La Orquesta del Festival de Budapest está trabajando arduamente para convertirse en la orquesta del futuro”, dice el director musical de la BFO, Iván Fischer. No en vano la BFO está clasificada entre las diez mejores orquestas del mundo. Fischer hizo su sueño realidad cuando la fundó en 1983 junto con Zoltán Kocsis. Desde el principio, la ambición del conjunto ha sido compartir música de la más alta calidad y servir a la comunidad de las maneras más diversas. Por primera vez, la orquesta actuará con la casi provocativamente original Patricia Kopatchinskaja, que ha tomado el mundo del violín por asalto. "La gran alegría de la secuencia de vals de apertura de El caballero de la rosa mostró todas las fortalezas del BFO", escribió un crítico sobre una interpretación anterior de esta página de la orquesta. El único concierto para violín de Jean Sibelius ofrece una gran variedad en sus melodías. "Tengo grandes temas para el Concierto de violín", escribió el compositor sobre su pieza en progreso. La versión actual fue dirigida en el estreno por nada menos que el propio Strauss. Sibelius, quien se había estudiado para ser violinista y realmente conocía el instrumento, compuso uno de los solos para violín más cómodos, pero más desafiantes, en la historia de la música. Iván Fischer describió a la violinista, Patricia Kopatchinskaja, como “una mujer emprendedora y emocionante, con una imaginación sin límites”. Tras el intermedio, la orquesta interpretará el primer movimiento de la inacabada Sinfonía núm. 10 de Gustav Mahler, quien temía la maldición de la novena. Su Adagio, compuesto en 1911, el mismo año en que se escribió El caballero de la rosa, tiene el mismo tono meditativo y trágico que la Sinfonía núm. 9 siendo una especie de canto del cisne. El concierto concluirá con las felices bromas de Till Eulenspiegel, tal como las cuenta Strauss en su poema sinfónico. Dispuestas como un rondó, las aventuras están unidas por dos inconfundibles motivos de Till. Estos continúan haciéndose eco incluso después de la muerte del héroe del título, lo que sugiere que la "épater le burgueois" es eterna.