El 30 y el 31 de enero Ibermúsica vivió dos de los conciertos más esperados de su temporada 23/24 con el regreso de Zubin Mehta a Madrid al frente de la Orquesta Filarmónica de Múnich. Estas citas formaron parte de una gira por España que comenzó en el ciclo BCN Clàssics el 28 de enero y continuó en Zaragoza el 29 con varios programas dedicados a Johannes Brahms. En sus dos noches en Madrid escuchamos las Sinfonías núm. 2 y núm. 4 y los dos conciertos para piano y orquesta de Brahms con Yefim Bronfman como solista invitado.
Recopilamos en esta página algunas de las críticas más destacadas de la gira:
<< El Brahms de Zubin Mehta sigue a día de hoy no sólo vivo, sino resplandeciente y vibrante a partes iguales. Su lectura de la Segunda sinfonía - maravillosamente expuesta en sus planos orquestales -, pero sobre todo de la Cuarta, fue un dechado de vigorosidad y arquitectura de un todo que fluye hacia adelante >> Platea (Madrid)
<< La Filarmónica de Múnich vuelve a confirmarse como uno de los conjuntos más flexibles y virtuosos del panorama musical internacional, con unos solistas impecables y una sección de cuerdas todo terciopelo >> El Periodico (Barcelona)
<< Hablar del Brahms de Mehta es hablar de hondura, de naturalidad, de intensidad, de inteligencia o de pasión, entre otras muchas cosas, pero pasión nunca desaforada, pues Brahms es “música pura”, como lo puede ser Bach. Mehta la concibe como un desarrollo orgánico que crece y alcanza estados de puro éxtasis, siendo de la partitura un fiel transmisor >> Ritmo (Madrid)
<< [Mehta] sigue buscando en las partituras de Brahms la misma fascinación que encontró cuando llegó como estudiante a Viena (…) [Sinfonía núm. 2] fluye con toda su belleza e intensidad (…) Afloró a la perfección esa amalgama de luces y sombras, donde Brahms agita la evocación clásica con pinceladas contrapuntísticas y tensión dramática (…) estamos ante el mejor Brahms de Mehta, tan bello y majestuoso como austero y otoñal >> El País (Zaragoza)
<< Llegó la «Cuarta sinfonía», estrenada por la Orquesta de la Corte, en Meiningen, bajo la dirección del propio Brahms en 1885 con un éxito enorme, que se repitió merecidamente en el Auditorio Nacional (…) se expusieron con expresividad los temas desde los compases melancólicos de la entrada del «Andante moderato», con las trompas y las maderas, luego la cuerda en pizzícati en nostálgico diálogo con aquellas... así hasta terminar el movimiento con los cellos en el mismo tono melancólico. Valió por todo el concierto. Era el Zubin Mehta de siempre. Luego el festivo scherzo para llegar al culmen final de exaltación apasionada >> La Razón (Madrid)
<< El veterano maestro mostró su vertiente más entrañable, ofreciendo versiones líricas y comunicativas (…) dejó traslucir todas las capas de la partitura brahmsiana, encumbrada de inicio a fin por el virtuosismo de los músicos de la Filarmónica de Múnich, muy certeros en los solos y con un compromiso de la cuerda extraordinario, ciertamente difícil de encontrar incluso en los conjuntos punteros (…) Uno de los indicadores que hablan de la comprensión de la música que se está haciendo puede buscarse en la actitud de los intérpretes. Los de la Filarmónica de Múnich no sólo despegaban la mirada de la partitura para buscar la del director, sino que eventualmente se miraban entre sí con gesto cómplice, conscientes de estar creando algo único >> The New Barcelona Post (Barcelona)
<< Técnica rotunda, sonido atractivo, amplio, poderoso, con cuerpo y caudal el mostrado por Bronfman, de digitación segura y fluida, además de acometer con seguridad todas las exigencias virtuosísticas de la composición (…) Esplendoroso sonido el de la Filarmónica de Munich, formada con contrabajos a la izquierda, bajo la dirección quirúrgica, solemne y analítica de Zubin Mehta >> Codalario (Madrid)
<< [Bronfman] la excelencia técnica del americano-israelí está fuera de duda. Se mostró segurísimo en el mecanismo, poderoso en los acordes, ágil y preciso en la articulación y ancho en el matiz (…) Mehta acompañó de manera atenta y cuidada, finamente matizada, al frente de una orquesta que es (…) [La Segunda sinfonía] La dirigió el maestro indio de memoria, pero atento al mínimo detalle, marcando sin aspavientos, pero con la cristalina claridad que siempre le ha caracterizado, bien ayudado por la joven concertino Naoka Aoki (…) construyó un discurso de claros planos y detalles exquisitos, presentando con acierto la atmósfera apropiada en cada momento (…) El éxito fue enorme (…) El firmante no puede dejar de expresar una enorme satisfacción por la indiscutible demostración de Mehta y Bronfman dejaron en estas dos veladas: su veterano magisterio es un tesoro que hay que apreciar en lo que vale >> Scherzo (Madrid)
<< Mehta demostró que está en una forma musical excelente en un concierto que fue más que una simple interpretación, fue un encuentro emocional entre un director de leyenda, una orquesta excepcional y un público apasionado. Su dirección al frente de la Orquesta Filarmónica de Múnich fue, simplemente, magistral >> Revista Musical Catalana (Barcelona)
Fotografías: Rafa Martín/Ibermúsica