La Sinfónica de Amberes y su directora titular, Elim Chan visitaron España del 21 al 24 de febrero para ofrecer de la mano de Ibermúsica una gira en las ciudades de Madrid, Zaragoza, Barcelona y Santander con Pablo Ferrández como solista invitado.
El martes 21 en el Auditorio Nacional de Música abrieron la velada con la obertura de la ópera de Glinka Ruslán y Ludmila. A continuación, dieron la bienvenida al escenario al violonchelista Pablo Ferrández para acompañarle en las Variaciones rococó para violonchelo, Op.33 de Chaikovski. El solista ofreció como propina Sarabanda, Suite nº1 para violonchelo solo en Sol Mayor de Bach. Cerraron el programa con Rachmaninoff y su Sinfonía núm. 2 y la Danza Trépak de El Cascanueces de Chaikovski como bis. Elim Chan se presentó en Ibermúsica en esta cita con la Sinfónica de Amberes, una agrupación que, al igual que el solista Pablo Ferrández, también firmaron su debut en nuestras series en este concierto.
Zaragoza y Santander disfrutaron este mismo programa, mientras los asistentes al concierto de Barcelona escucharon la obertura Ruslán y Ludmila y, a continuación, el Concierto para violonchelo nº1 de Shostakóvich con Pablo Ferrández y una selección de las Suites de Romeo y Julieta de Prokófiev.
Recogemos algunas impresiones de la crítica sobre sobre esta exitosa gira.
<< La Obertura de Glinka proporcionó inmediatamente algunos ingredientes sobre la base de lo que podía esperarse de la velada (...) Chan se acercó a ella con decisión y nervio (…) con buenas dosis de ese carácter festivo y jubiloso que contiene la música, y más que plausible línea de expresión lírica en el segundo motivo (…) La de Amberes es una formación estimable, generalmente bien cohesionada y solvente. (…) Chan tiene unas estupendas maneras en el podio. Se expresa con gesto firme, diáfano en intención e indicaciones, atenta siempre al mínimo detalle, y dibujando con irreprochable sensibilidad musical unas ideas que expresan una envidiable solidez conceptual (...) [Ferrández] Tiene una sonoridad bellísima y sus interpretaciones son siempre de gran intensidad y sensibilidad (…) Chan volvió a dar muestras de que es una directora con clase. Acompañó de manera cuidadísima y con absoluta flexibilidad, en una labor que no era fácil, porque Ferrández no regatea libertad en su discurso, y la batuta de Chan, siempre atentísima, no descuidó ni la mínima inflexión del solista. La sensación fue de un perfecto entendimiento entre ambos. El éxito fue, como cabía esperar, enorme (…) [Rachmaninov] una más que notable lectura, entregada, intensa (sólidamente planteado el fugado del segundo movimiento), bien contrastada, dibujada con cuidada claridad de planos y matizada con exquisita expresividad, como en el final del Adagio, cuidadísimo >> Scherzo
<< La Orquesta Sinfónica de Amberes, la directora hongkonesa Elim Chan y el violonchelista español Pablo Ferrández como solista. Nada podía salir mal en la nueva propuesta de la temporada de Grandes Conciertos del Auditorio de Zaragoza y, por supuesto, todo ha sonado a la perfección. La sala Mozart ha vuelto a rozar el lleno este miércoles en una nueva actuación del ciclo que está recuperando para el espacio escénico zaragozano todo el esplendor que en cierta medida mermó la pandemia (…) La directora de la agrupación Eliam Cham llegaba hasta Zaragoza tras ser la primera mujer en ganar el Concurso de Dirección Donatella Flick y compaginar su puesto actual con el de directora invitada de la Royal Scottish National Orchestra desde la temporada 2018/2019. Y ha dado buena muestra de por qué es una de las consideradas grandes directoras en la actualidad ya que, con su buen hacer, supo llevar a la orquesta hasta el punto en el que su sonido era puro deleite >> El periódico de Aragón
<< [Ferrández] el sonido que es capaz de sacarle nuestro protagonista es de un empaque y una belleza casi irreal (…) La maestra Chan y Ferrández se entendieron a las mil maravillas y no hubo el menor titubeo en su perfecto binomio (…) [Rachmáninoff] Chan aprovechó totalmente la magnífica calidad de todas las secciones de la orquesta, con una cuerda colorida no sólo empastada, sino amalgamada, a la cual se añadió siempre el brillo y la presencia de los metales, de forma coral, creando atmósferas superpuestas sobre ese mullido colchón (…) creemos haber asistido a uno de los mejores finales de esta sinfonía que conjuga danza, rítmica y percusión, e incluso un lento interludio que consigue de la imprevisión, belleza. Y ése creemos que es el mayor mérito de la magnífica directora Elim Chan: saber jugar perfectamente con la imprevisión del genio de Rachmáninoff para mantenernos en un puño con los insospechados, bellos y personalísimos recursos sonoros que alberga una partitura que sabe cómo finalizar en todo lo alto. La Orquesta Sinfónica de Amberes al mando de su todavía joven directora Elim Chan, obtuvo un clamoroso y justísimo éxito por todo lo que hemos comentado -téngase en cuenta que en Ibermúsica el público sabe apreciar lo bueno, pues han dirigido esta sinfonía directores de la talla de Chailly, Jansons, Pappano, Previn o Temírkanov-, y que el público asistente -que llenaba al completo el Auditorio Nacional de Música- premió con vítores y prolongados aplausos haciendo salir varias veces a la maestra, levantando ella a todos los componentes de la Sinfónica repetidamente (…) Anhelamos poder volver a disfrutar de esta Orquesta y de su titular, la magnífica directora Elim Chan a la que auguramos un muy prometedor futuro que ya ha empezado a cristalizar con firme éxito >> Codalario
<< Imperiosa, en medio de una esfera de sonido orquestal sólido, compacto y bien regulado, la directora Elim Chan extraía toda la sustancia musical que la partitura pudiera contener. A sus pies, la Orquesta de Sinfónica de Amberes atacaba el primer movimiento de la ‘Sinfonía nº 2’, de Rachmaninov. Una partitura que no dejó a nadie indiferente y donde la concertino Lisanne Soeterbroek dio la cara en su solo, dejando claro quién manda en la cuerda. Una sección cuyos violines exhibieron sonido hermoso y muy redondo en esos pasajes en las notas graves de su cuarta cuerda. Su célula melódica eclosionó floreciendo a lo largo de los cuatro movimientos sinfónicos (…) escuchamos también ‘Variaciones rococó para violonchelo’, a cargo de Pablo Ferrández (…) se recreó a lo largo de la obra desgranando melodías cargadas de dificultades, apoyado en una técnica depurada, vibrato amplio y adecuado al repertorio, y una escuela de arco firme, flexible y elegante. Todo ello en un envoltorio virtuosístico de expresividad contundente. Largos aplausos >> Heraldo
<< El concierto para violonchelo de Shostakóvich (…) fue una de las joyas de un menú cien por cien ruso (…) programa que demostró la sintonía tanto de la orquesta como de la directora nacida en Hong Kong con este repertorio. Chan y su orquesta consiguieron un sonido suntuoso y brillante (…) La “Suite” obtuvo una lectura técnicamente muy conseguida, sino también sonó extrovertida y ambiciosa, generosa en decibelios y con los acentos rítmicos marcados (…) Un Pablo Ferrández en estado de gracia maravilló por su dominio técnico y expresivo (…) Ya desde el 'Allegretto' del comienzo el intérprete madrileño caminó mano a mano con el conjunto ofreciendo un fraseo incisivo y sensible, poderoso y matizado, en una entrega coronada por una 'Cadenza' puro virtuosismo y sutileza, de espléndida afinación. Maderas y metales (grande la solista de trompa) respondieron con pericia en un diálogo de gran transparencia en un todo que selló una ejecución para el recuerdo >> El periódico
Créditos: Rafa Martín/Ibermúsica