El pasado domingo 2 de octubre retomamos la actividad de nuestros conciertos con la celebración de una de las dos citas pospuestas pendientes de la temporada 21/22: la Filarmonica della Scala, que regresaba a Madrid tres años después de su última visita con su director titular, Riccardo Chailly, para ofrecer dos grandes obras del repertorio sinfónico: la Sinfonía No. 1 en do mayor, op. 21 de Beethoven y la Sinfonía No.1 en re mayor, "Titán”, de Mahler. La cita madrileña formó parte de una gira por nuestro país que les llevó, además, a ofrecer este programa en Barcelona y en Alicante.
La agrupación entusiasmó al público que disfrutó el concierto en un Auditorio Nacional de Música prácticamente lleno. Recogemos en esta entrada algunas impresiones de la crítica especializada.
<< La juventud es esa fuerza que debemos escuchar. La condescendencia y el cansancio de la vejez sobran. La juventud no se limita a una edad; de hecho, existen jóvenes avejentados y viejos con pavo. La madurez consiste en aprovechar los restos de esa fuerza y unirlos a la experiencia. Este domingo, para Ibermúsica, Chailly y sus filarmónicos della Scala mostraron ambos estados. En la Primera de Beethoven, la juventud se abrió paso: fuerza, frescura, juego con los matices y unas velocidades que empujaron los cimientos del Auditorio; un paso en falso, y habría llegado la catástrofe, pero los italianos se mantuvieron firmes (esa firmeza que los viejos llaman arrogancia). En Mahler se alcanzó la madurez. Allí estaba de nuevo el empuje, pero con una dosificación de fuerzas llena de inteligencia >> Juan Gómez Espinosa
<< Asomó el gran maestro que es Chailly, con pocas dudas uno de los mejores directores del planeta en estos momentos (…) Lo escuchado ayer bien puede resumirse en una frase: lo que un magnífico director de orquesta es capaz de conseguir con una orquesta no excepcional, cuando se dominan los recursos técnicos y musicales y se tiene una comprensión profunda y cabal del complejo, riquísimo, pero también a menudo desconcertante lenguaje mahleriano (…) El auditorio, que complace ver lleno, se vino abajo en un éxito clamoroso de la formación italiana, pero, sobre todo, de su magistral director titular, uno de esos maestros que uno querría ver a cada rato. Concierto extraordinario, de los que se recuerdan.>> Rafael Ortega Basagoiti
(C) José Luis Pindado/Ibermúsica
<< La orquesta se presentó con mejor nivel que en la anterior visita al ciclo en enero de 2019. Si a ello le sumamos la categoría de su director titular, un Maestro de tanto talento y rigor musical como Riccardo Chailly, tenemos todos los elementos para un concierto que fue espléndido, memorable diría yo. La orquesta del Teatro allá Scala mostró un sonido radiante, nítido, solar, italianísimo >> Raúl Chamorro Mena
<< El director quiso recrearse con generosas dosis de rubato en los pasajes más introspectivos y misteriosos de la sinfonía, a los que dotó de una hondura indescriptible apoyándose en una notable y consolidada agrupación, que nos acercó el particular entendimiento que el maestro posee del universo mahleriano, llegando a estirar la sinfonía hasta grados inusuales en multitud de detalles y con una impresionante creación de intensidades (…) con unas cuerdas perfectamente empastadas que en ese éxtasis logrado por Chailly parecían anticipar los primeros balbuceos del Adagietto de la Quinta. Grupetto de atronadores metales en pie como prescribe el propio Mahler en los últimos compases llevaron a la obra a su conclusión apoteósica, que obtuvo el beneplácito del público. En definitiva, un concierto de esos que son difícilmente olvidables y de los que se ansía repetir.>> Germán García Tomás
(C) José Luis Pindado/Ibermúsica