El quinto concierto de la Serie Barbieri de Ibermúsica, celebrado el pasado miércoles 19 de enero, trajo de nuevo a los escenarios madrileños a la Orquesta Filarmónica de Luxemburgo con su director titular Gustavo Gimeno, una de las batutas españolas más internacionales en la actualidad. La velada se enmarcaba en una gira que les llevó, además, a Zaragoza, Tenerife y Gran Canaria con un programa integrado por un estreno en nuestro país, Subito con forza de Unsuk Chin, la Sinfonía en Re menor de Frank y la Rapsodia piano sobre un tema de Paganini Rachmaninoff. Para interpretar esta obra, contaban con la brillante pianista italiana Beatrice Rana. Además de las mencionadas composiciones, el público pudo disfrutar de tres bises: El cisne de Saint-Saëns en arreglo para piano de Godowsky, la Danza húngara n.1 de Brahms y el cuarto movimiento del Concierto rumano de Ligeti.
Recogemos en esta entrada algunas de las críticas del concierto.
Créditos: Rafa Martín/Ibermúsica
<< Rana es una de las más brillantes virtuosas de su generación (…) su capacidad de cantar desde el teclado con el mejor gusto es evidente y se demostró de nuevo ayer en muchos momentos. Los hubo en abundancia en la lectura de la joven italiana. La preciosa evocación de la variación XII, la deliciosa XVII y sobre todo la hermosísima elegía de la XVIII (…) la interpretación bien pueda calificarse de extraordinaria. El maestro valenciano, cada vez más solicitado y, con pocas dudas, una de las batutas españolas de más evidente y justa proyección internacional, tras su brillante debut con la Filarmónica de Berlín, demostró ayer que esa reputación y esa creciente demanda de su presencia en podios de orquestas de primera fila está perfectamente justificada. Gimeno (…) es un músico de primera y un director de una enorme solidez técnica. El mando firme y decidido, el gesto atento, variado y diáfano, con una batuta flexible que marca con precisión y una mano izquierda que dibuja, planifica y sugiere planos, matices y acentos. La gestualidad, expresiva y manifiesta, pero no excesiva, siempre en la mejor disposición de servir un discurso musical elaborado con envidiable consistencia y coherencia. Tuvo nervio y colorido su acercamiento a la partitura de Chin, cuidado ensamblaje y canto elocuente el acompañamiento en la de Rachmaninov, e inteligente y muy sólida construcción la sinfonía de Franck (…) El resumen es sencillo: un precioso concierto para empezar el curso sinfónico de Ibermúsica, con gran y merecido éxito de sus protagonistas >> R.Ortega, Scherzo
<< Beatrice Rana impuso entre las brumas su sonido bellísimo, aquilatado y cincelado, al igual que su refinado fraseo que bebe en la más acrisolada tradición belcantista italiana (…) Primorosa resultó la manera en que Rana expuso la inversión de la melodía (variación nº 18) haciendo plena justicia a la anotación de «andante cantabile» pues el teclado cantó con altos vuelos el sublime pasaje. No faltó en Rana la destreza, dominio y agilidad de la digitación conjugados con una gran transparencia sonora para enfrentarse a los pasajes más virtuosísticos, siempre desde la concentración y la sobriedad, sin superfluos excesos gestuales >> R. Chamorro, Codalario
<< Su interpretación de la “Rapsodia para piano sobre un tema de Paganini Op.43” de Rachmaninoff tuvo la virtud del equilibrio entre la técnica y la expresividad, como si se reuniesen las virtudes de un joven Pollini y las de un Zimerman. Visión no exenta de matices personales y a la vez clásica, con profundidad, un estupendo manejo de las dinámicas, contrastando unos fortes apabullantes con unos pianos sutilísimos (…) una pianista italiana que dará que hablar y que estamos deseando volver a escuchar >> G. Alonso, La Razón
<< Continúa Ibermúsica ofreciéndonos conciertos que dan que hablar y que no dejan a nadie indiferente, y esto es tanto por la calidad de los intérpretes seleccionados como por la naturaleza del repertorio escogido, que combina a la perfección las obras más solicitadas del catálogo convencional con otras que no han gozado de mejor fama en la historia de la música (…) (La sinfonía de Franck) no se trata en ningún caso de una gran composición, pero es obligado destacar que la orquesta comandada por un magnífico Gustavo Gimeno trató como si lo fuera; y de ahí que pudiéramos apreciar la creatividad del material temático y sus desarrollos contrapuntísticos con toda claridad, facilitando la percepción del fraseo y de la forma musical a través de una ejecución instrumental sobresaliente (…) Beatrice Rana viene precedida por su fama, y quienes han tenido la suerte de escucharla en vivo, saben que esta fama está bien merecida. Fundamentalmente porque se trata de una pianista para la que el respeto por la música se muestra como objetivo principal, pero sin perder por ello ni un ápice de su personalidad. Y seguidamente porque posee una capacidad extraordinaria para extraer del piano un sonido omnipresente, proyectándolo sin dificultad por encima de todo el aparato orquestal y guiándonos sin demandar esfuerzos a través de toda la narración musical. Se trata, sin duda, de un sonido único que es capaz de enriquecer con múltiples matices y colores, suavizándolo sin debilidad, y fortaleciéndolo sin exagerar (…) un nuevo acierto, como ven, en cuanto a intérpretes y programa de la Serie Barbieri de Ibermúsica >> J. Baeza, Bachtrack
Créditos: Rafa Martín/Ibermúsica