El legendario Daniel Barenboim volvió a los escenarios madrileños los días 8 y 9 de noviembre para inaugurar la Serie Arriaga y ofrecer el segundo concierto de la Serie Barbieri. Desde su primer concierto con Ibermúsica en 1976, el maestro ha formado parte de la programación de Ibermúsica al frente de agrupaciones como Los Angeles Philharmonic, la Orquesta de París, Berliner Philharmoniker, Chicago Symphony o la Wiener Philharmoniker. En esta ocasión se puso al frente de la Staatskapelle Berlín, con quien celebrará su treinta aniversario en 2022. En programa, cuatro grandes obras del repertorio sinfónico: la Inacabada de Schubert y la Heroica de Beethoven (consultar programa en este enlace) y la Sinfonía núm. 1 de Schumann y la Sinfonía núm. 4 de Brahms (consultar programa en este enlace).
Créditos: Rafa Martín/Ibermúsica
<< Los dos conciertos que acaba de ofrecer en Madrid al frente de la Staatskapelle de Berlín, de la que es director vitalicio, deberían animarnos, antes de nada, a dejar constancia de otra faceta de Barenboim en la que no suele repararse: la de forjador de orquestas. En los casi 30 años que lleva al frente de la formación berlinesa la ha convertido, y acabamos de ser testigos de ello una vez más, en una maquinaria virtualmente perfecta (…) En Madrid, donde ha vuelto a ser recibido con el cariño que se profesa a quien ha formado parte durante décadas de nuestras vidas, muchos atesorarán en su memoria múltiples recuerdos del Barenboim llamémoslo primaveral, volcánico y luminoso. Ahora, a punto de ser octogenario, a punto de volver a colarse en nuestras casas en el Concierto de Año Nuevo desde Viena el próximo 1 de enero, se ha convertido en un intérprete otoñal, mesurado, calmo, sabio y con cierta tendencia a la melancolía. Ojalá que el otoño sea largo, muy largo.>> L. Gago, El País
<< Ver a Barenboim es comprender la sabiduría y el aplomo de alguien que lo ha hecho prácticamente todo. Sabe hacia dónde conduce cada idea musical y es capaz de predecir la respuesta de la orquesta a cada gesto que hace desde el podio. Tal vez por eso, expresa justo lo necesario para sacar lo mejor de su ensamble (…) nos sorprendió con ese abanico de colores que explora en la orquesta: desde los más solemnes y profundos hasta los más ligeros y graciosos; desde los pianísimos llenos de suspenso hasta los fortísimos tormentosos (…) La flexibilidad de la Staatskapelle para responder con criterio y maestría refrescó esta nueva versión de un repertorio tan bien conocido y nos ofreció un ansiado equilibrio entre la madurez, la tradición y la novedad >> I. Littfack, Bachtrack
<< El sonido tiene una brillante y redonda opulencia apoyada en una cuerda extraordinaria, empastada y de bellísimo sonido en todas sus secciones (las violas magníficas toda la velada), con un metal rotundo pero no estridente, bien matizado cuando así se le requirió, y una madera en la que destacaron la espléndida solista de flauta. (…) Dos estupendos conciertos más, en suma, que se añaden a la larga lista de aciertos de Ibermúsica en su modélico ciclo sinfónico >> R. Ortega, Scherzo
<< Como le pasara a Mann en su Faust a propósito de la música de Beethoven, no quisiera rendirme desde el primer momento, pero a veces no queda más remedio: el concierto que ofreció el pasado día 8 Daniel Barenboim, al frente de la Staatskapelle Berlín en Ibermúsica fue, simplemente, magnífico (…) Por lo visto, Fray Luis de León no llegó siquiera a pronunciar aquella mítica frase de "Decíamos ayer" ante sus alumnos, tras años encarcelado por la Inquisición, pero la sensación en este ansiado arranque de temporada "ibermucense" (tras la visita de la NDR Elbphilharmonie) diría que es similar, como si el tiempo no se hubiese detenido en esta cárcel vírica que nos ha tocado vivir. Lo extraordinario sigue sonando extraordinario en Ibermúsica.>> G. Lahoz, Platea Magazine
<< La inteligencia y madurez artística, la serena sabiduría de Barenboim, brillaron por encima de la técnica de cara a una sinfonía tan monumental como la cuarta y última de Johannes Brahms. Los múltiples motivos que se entrelazan, la complejidad armónica y ardua construcción de la composición fueron apropiadamente desentrañados por batuta y orquesta con fraseo amplio y fluidez expositiva (…) Éxito apotéosico y ovaciones interminables a orquesta y director, que demuestran el cariño del público madrileño hacia Barenboim >> R. Chamorro Mena, Codalario
<< Cuando llegó hace treinta años, la Staatskapelle Berlin, hoy más rejuvenecida y con mayor presencia de mujeres que entonces, era una gran orquesta “en potencia”; hoy es la gran orquesta que él imaginó, y como tal, la dirige, moldeando con sus cada vez menores movimientos en los brazos, con mayor economía de gesto, pero con una respuesta inmediata de la orquesta antes de una súbita bajada dinámica o un ascenso sonoro inmediato, según la música fluye y respira por una orquesta que parece tocar con una elasticidad propia de un adiestramiento que ha ido madurando año tras año, hasta entenderse uno y otro como un ente único (…) fluye y respira con el director que la ha moldeado a su gusto, como el escultor que, desde el bloque de mármol, acaba por dar forma a la más bella de las figuras humanas.>> G. Pérez Chamorro, Ritmo
<< Siempre he opinado que un concierto no es solo el par de horas dentro de una sala, sino el pre y, sobre todo, el postconcierto. Ibermúsica nos dio ya el adelanto de la vuelta a la normalidad en su primer programa de su emblemático ciclo, pero ha sido con Barenboim cuando ésta ya se ha producido en los tres aspectos citados. Auditorio con enormes colas a la entrada, lleno hasta la bandera, acumulaciones de gente en la salida y los restaurantes de los alrededores a tope tras el concierto (…) algunos, ya veteranos, pensamos si nos merece la pena ir con mascarillas para escuchar una vez más una «Heroica» o una «Incompleta». La respuesta es sí cuando escuchamos una agrupación formidable como la Staatskapelle Berlín >> G. Alonso, La Razón
<< Por más que oigamos y estudiemos estas partituras, siempre nos da este conjunto la sensación de asistir a una obra nueva. Así nos pareció la ‘Incompleta’ en la versión que nos ofreció el maestro argentino. Un cambio inesperado en el tempo y en el carácter dinámico, o un planteamiento sonoro que destacaba voces instrumentales que normalmente quedan ocultas en la homogeneidad orquestal, produjeron una sinfonía fresca y renovada >> J. Baeza, Bachtrack
Créditos: Rafa Martín/Ibermúsica