La pasada semana recibimos a una de las agrupaciones más brillantes de Europa, la Tonhalle-Orchester Zürich. Con su titular Paavo Järvi disfrutamos la obertura "Don Giovanni" de Mozart, el "Concierto para violín núm. 2" de Prokófiev interpretado espléndidamente por Lisa Batiashvili y la "Sinfonía núm. 6" de Shostakóvich. Como propina, la solista ofreció la "Danza de los caballeros" del Romeo y Julieta de Prokófiev (un arreglo para violín y orquesta realizado por su padre, Tamás Batiashvili) y la orquesta el arreglo de "Tea for Two" de Shostakóvich. En la segunda cita el protagonista fue Mahler y su "Sinfonía núm. 7". ¡Así fue el paso de la agrupación suiza por Ibermúsica!

 Estas son algunas de las críticas publicadas en la prensa especializada:

<< Con un arco ágil, impecable articulación y muy precisa afinación, Batiashvili supo desgranar con la mejor expresividad esa expresión singular de este concierto, que pide sentida expresión en momentos como ese canto inicial o buena parte del bellísimo Andante assai, pero que también demanda el empuje rítmico, el sabor de danza, la pizca de acidez y chispa que tiene el endiablado movimiento final, en la que consiguió un sonido apropiadamente más rústico. Magnífica, precisa e intensa lectura la suya, acogida con calor por el público >> Scherzo

<< Fue el propio Mahler el que sentenció que «en la partitura está todo, menos lo esencial», por lo que desentrañar aquello que va más allá, es lo que realmente se busca por cualquier director que se precie. Es este el caso de Järvi, que goza de la fama de un enfoque profundo de las partituras, que además es transmitido a las orquestas que dirige, exhibiendo una técnica de dirección eficiente, clara y natural (...) La ejecución de la Séptima fue muy del gusto del respetable con grandes salvas de aplausos hacia el director y la Tonhalle. Como corolario, podemos concluir en que frente a otras versiones de esta misma sinfonía (...) nos encontramos en la versión de Järvi con unas coordenadas basadas en la transparencia, la claridad de las texturas y la tímbrica >> Codalario

<< [Batiashvili] Su virtuosismo técnico acompañado de sensibilidad, sigue impecable, limpio y preciso, con sonido matizado y rico, que ha ganado volumen en estos años. Mostró una amplia gama dinámica y de colores (...) Paavo Järvi buscó más la brillantez que el trasfondo dramático y opresivo de la página en el descomunal primer movimiento, para dotar de una apreciable dosis de poesía y sensualidad ese Nocturno que no acaba de sustituir los célebres adagios malherianos (...) éxito arrollador en ambos conciertos >> La Razón