El jueves 18 de abril recibimos por primera vez al conjunto Les Siècles. Con la dirección de su fundador François-Xavier Roth, contaron como solista invitada con Chouchane Siranossian, a quien acompañaron en el "Concierto para violín op.61" de Beethoven para, a continuación, cerrar el programa de la velada con la última sinfonía de Mozart, "Júpiter", su icónica "Sinfonía núm. 41 en Do mayor"

Este concierto en Madrid fue la única cita que ofrecieron en nuestro país. Recogemos en esta entrada fotografías de la velada y algunas de las críticas ofrecidas por la prensa especializada.

<< El sonido de la violinista francesa Chouchane Siranossian fue ideal, al buscar un acercamiento apropiado para la obra desde la fluidez y ligereza de un violín dieciochesco, con el vibrato convertido más en un adorno que en un color. Lo comprobamos, en el desarrollo del allegro ma non troppo, cuando aparece la indicación espressivo y la música se traslada al oscuro sol menor. Siranossian mantuvo la tensión sin sacrificar la levedad y la elegancia, y fue arropada admirablemente por Roth y sus músicos (…) Roth consiguió un ambiente de quietud con matices ideales para que Siranossian pudiera exhibir su dominio del arte de la variación, con detalles tímbricos exquisitos que oponían una misma altura como armónico y como nota pisada (…) Admirables golpes de arco, arpegios y dobles cuerdas que decantaron la balanza de una brillante interpretación >> El País

<< En el concierto de Ibermúsica, la recuperación de las prácticas musicales del pasado se plasmó, en lo que respecta a Siranossian y, en general, al violín histórico, en un sonido particularmente cálido y suave (…) De lo que se trata es de disfrutar del enfoque más sutil en el uso del vibrato, con momentos en los que se llega a omitir por completo, o de la articulación más delicada y del fraseo más flexible y de variados matices. Es lo que ofreció Siranossian, que no les tiene miedo a los portamentos y exhibe un control altísimo del instrumento, algo exigido por Beethoven que, además de haberse servido abundantemente en la partitura del registro agudo, le pide al instrumento solista intensidades de hasta pianississimo (…) Les Siècles levantaron ante nuestros oídos la monumental arquitectura contrapuntística concebida por Mozart con agilidad y claridad extraordinarias >> Mundoclásico

<< Esperado y exitoso debut en la programación de Ibermúsica de una formación ya sobradamente contrastada y conocida más allá de los Pirineos, el conjunto Les Siècles (…) el concierto nos mostró las mejores virtudes de la formación francesa, a partir de unos instrumentos originales afinados a 430 Hz. Disfrutamos así de un sonido verdaderamente ahormado, escrupuloso y nítido, de vibrato matizadísimo y cuajado de colores e inflexiones dinámicas, riqúisimo en suma. (…) [La 41 de Mozart] fue una excusa magnífica para comprobar el fabuloso desempeño de Les Siècles, con unas cuerdas realmente precisas y expresivas, de nitidez por momentos asombrosa, cálidas; amén de una sección de metales infalible y sumamente colorista; y sin perder de vista el virtuosismo de unas maderas verdaderamente delicadas y con vocación de fraseo >> Platea

<< El extenso Allegro ma non troppo del Concierto de violín fue abordado por Roth con sumo equilibrio sonoro, claridad expositiva y delicadeza en el fraseo de los temas en cuerdas y maderas (…) muy segura en el dominio del arco, los cambios de registro, escalas, arpegios y dobles o triples cuerdas, Chouchane también exhibió su lado más lírico en los pasajes dolce de la partitura. La acometida de la amplia Cadenza no dejó lugar a dudas de su convincente técnica y saber interpretativo (…) Roth logró comunicar ese inefable mundo sonoro beethoveniano, poético e intimista, en el que los delicados matices de la cuerda y los vientos dialogan con la parte solista de violín en un continuo fluir donde los más sencillos recursos sonoros son capaces de transportarnos a la más elevada experiencia estética. Siranossian fue el medio idóneo para guiarnos en este viaje introspectivo >> Ritmo

<< [Concierto para violín de Beethoven] más que ajustarse a una estética musical se ciñe a las virtudes de quien fuera su destinatario, el violinista Franz Clement, uno de los instrumentistas más celebrados y elegantes del primer tercio del siglo XIX. La violinista Chouchane Siranossian se asimiló con aquel y ofreció levedad en el mejor de los sentidos y matices tímbricos bien arropados por la orquesta (…) [Mozart] un prodigio constructivo, emocional y sonoro. Desde los primeros compases ya se dedujo por dónde iba a discurrir lo interpretativo: ligereza sin perder peso, contrastes y retórica propia del Sturm und Drang. (…) una orquesta entregada, puntual al contraste dinámico y exigente en lo rítmico. Despedida grande de Mozart en la que lo peor es mostrarse tibio. No sabemos hacia qué o hacia quién, pero da la sensación de que la rabia es el mensaje de la obra. Y Les Siècles prefirió dejarla fluir sin contramedidas. Buena presentación en Ibermúsica >> Beckmesser

Fotografías: Rafa Martín / Ibermúsica