Wagner Los maestros cantores, obertura
Bruch Concierto para doble piano
Shostakóvich Sinfonía núm. 5
Resulta difícil resumir en pocas líneas la grandeza de este concierto. Una orquesta del calibre de la Royal Concertgebouw Orchestra sobre el escenario, la impecable batuta del ruso Semyon Bychkov, la magia y sutileza de las hermanas Labèque y nada menos que la 5ª de Shostakóvich en el atril para finalizar el programa deja sin palabras a cualquiera.
La Royal Concertgebouw Orchestra ha sido alabada, una y otra vez, por su elegancia y su sonido único, emocional, meticulosamente ordenado y mesurado, al servicio siempre del compositor y del estilo. Caracterizada por una aterciopelada sección de cuerdas, unos metales vigorosos pero cálidos, su empastadísima y flexible sección de maderas y una percusión de gran reputación internacional, la RCO se sitúa como una de las mejores orquestas del mundo. En esta ocasión comparten protagonismo con las mediáticas Katia y Marielle Labèque. Conocidas mundialmente por su energía y sincronización, poseen un agudo contraste musical, una versatilidad y un talante que les ha ayudado a configurarse como el dúo que ha sido y es uno de los más prestigiosos en el mundo musical.